Vuelvo a correr. Ya no noto molestias. He decidido hacer caso a la podóloga. Me haré el vendaje opara corregir la posición del dedo índice del pie derecho. Corto en dos bandas esparadrapo doméstico.
Hago pasar una banda rodeándo el dedo índice y la pego en la planta del pie. De modo que la presión de la banda deja el dedo lo más horizontal posible. El problema del síndrome de predislocación es que la punta del dedo tiende a ir hacia arriba y deja el metatarso muy expuesto al correr. Una segunda banda hace más presión y el dedo queda alienado con los demás. Finalemente un trozo de esparadramo grande fijas las dos bandas en la planta del pie. Como véis queda como un lazo.
Me calzo las zapatillas nuevas y salgo a correr. Primero noto cierta presión en la falanje del dedo. También siento en la planta del pie el lazo. A los pocos minutos me olvido. Las zapatillas son cómodas y con la amortiguación no noto nada. La carrera discurre con normalidad. Corro 5.68 kilómetros. A una media de 6.30 minutos. Llego son dolor. No estoy cansado. El invento ha funcionado. Estiro los 10 munutos reglamentarios. Y me aplico hielo durante 5 minutos en la planta del pie derecho. Tras la ducha me pongo Radiosalil para la inflamación. Cruzo los dedos y espero que me llegue el dolor. Estoy contento. Hace unas semanas me veía que nunca más podría correr más de 3 kilómetros sin sufrir dolor. La podóloga que me atendió: una crack. Mil gracias.